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La ecoeducación: de las ecoescuelas a los ecociudadanos

La ecoeducación: de las ecoescuelas a los ecociudadanos

Es alentador ver que las generaciones más jóvenes son cada vez más conscientes de los problemas ecológicos actuales y están dispuestas a involucrarse de forma activa. Greta Thunberg es solo una figura destacada que capta el espíritu de una generación dolorosamente consciente de que, en materia ambiental, la necesidad de actuar es imperiosa.

El sistema educativo también desempeña su papel: desde el desarrollo de espacios de aprendizaje respetuosos con el ambiente hasta la educación de los futuros ecociudadanos, las escuelas tienen la oportunidad de convertirse en modelos para sus estudiantes y asumir un papel más activo para abordar los problemas ecológicos.

Tres componentes principales podrían convertir la educación actual en una educación más verde:

Escuelas verdes

Practica lo que predicas.

Si las escuelas quieren participar más en la educación ecológica de las generaciones futuras, tienen que dar el ejemplo. Una escuela que utiliza únicamente energías limpias –como energía eólica, solar, hidroeléctrica, geotérmica o bioenergía – probablemente inspirará a todas las partes involucradas a hacer lo mismo, incluidos los estudiantes. Una escuela con una política de cero residuos, que utilice la menor cantidad posible de plástico, enviará un fuerte mensaje de que es lo que hay que hacer.

Si los niños ven las máquinas de compostaje en los colegios, quizá puedan hablar de ellas en casa y así convencer a sus familias de hacer compost. También puede ser al revés. Los padres también pueden sugerir a los colegios políticas respetuosas con el ambiente para ayudarles a ser más conscientes de ello.

Plan de estudios verde

¿Cómo creamos graduados para el siglo XXI si seguimos aplicando un plan de estudios desarrollado para el siglo XX?

Los planes de estudio deben preparar a los niños para los problemas climáticos actuales y futuros. El desarrollo sostenible, las soluciones ambientales y los principios ecológicos son los elementos clave de la educación verde.

No solo las disciplinas directamente relacionadas con el ambiente –como biología, geografía o ecología– podrían ser verdes:

  • Las clases de Literatura podrían integrar obras de ecoficción: los cuentos de Arthur C. Clarke Lección de historia y El enemigo olvidado (ambos disponibles en inglés en el volumen The Collective Stories of Arthur C. Clarke) son dos de los muchos ejemplos que me vienen a la mente.
  • Los estudios cinematográficos también podrían incluir películas como El día después de mañana.
  • Las disciplinas CTIM, como Tecnología e Ingeniería, podrían estimular a los niños a resolver problemas ambientales. El libro Green STEM Guidebook (en inglés) ofrece muchos ejemplos exitosos que podrían reproducirse en todo el país.
  • En las clases de Economía, los profesores podrían abordar los principios de la economía circular, por ejemplo.

Lecciones verdes

Cumple lo que prometes.

El uso de la tecnología educativa, especialmente las soluciones complejas e integrales, como los sistemas de gestión de aprendizaje, son esenciales en la educación verde. Gracias a la disponibilidad de herramientas digitales, es más fácil crear lecciones sin papel y así estimular a los niños a reconsiderar el uso del papel en su día a día.

Un LMS ofrece muchas oportunidades para colaborar con escuelas de todo el país en modo remoto, lo que reduce la huella de carbono del proceso educativo. Por no hablar de que el propio contenido podría diseñarse con un enfoque ambiental.

Por ejemplo, en las clases de idiomas, las lecciones sobre alimentos y hábitos culinarios podrían introducir nociones sobre el impacto ambiental de nuestra alimentación y las tendencias futuras (por ejemplo, la polémica en torno a la carne artificial). Las lecciones sobre vestimenta podrían abordar el hecho de que la industria de la moda es uno de los mayores contaminantes del mundo.

Conclusión

La educación tiene la oportunidad de ser un factor significativo a la hora de abordar el problema más importante de nuestra generación: la lucha contra el cambio climático. Las escuelas pueden dar el ejemplo y concientizar a las partes involucradas sobre los problemas actuales y las posibles soluciones. Pero lo más esencial que deben hacer es educar a los futuros ecociudadanos.

Al permitir a los niños descubrir la naturaleza y protegerla, las escuelas pueden actuar como pilares fundamentales en la lucha por un ambiente más limpio. La educación tiene efectos indirectos en todas las generaciones, y los efectos de una política educativa verde serán duraderos. La tecnología educativa también podría ayudar, ya que la digitalización es un primer paso para reducir la huella de carbono actual de la educación.

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