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7 actividades para mejorar los índices de participación en clases en línea

¿Estás satisfecho con cómo es tu clase en línea? 

Todos los profesores responderán esta pregunta en algún momento u otro. Un índice bajo de participación, por lo general, es uno de los mayores problemas de las clases en línea. 

Al principio, los profesores suponen que los estudiantes participarán con agrado dado que se trata de los llamados nativos digitales, por lo que la interacción en línea debería ser sencilla para ellos. En realidad, algunos prosperarán, mientras que otros necesitarán más ayuda para abrirse. Desafortunadamente, los cierres de las escuelas durante la pandemia no ayudaron, y muchos profesores y estudiantes no estaban preparados para la enseñanza solo mediante clases en línea. 

Además, incluso a pesar de que las escuelas comenzaron a abrir lentamente, todavía la situación sigue siendo inestable. Algunas han debido cerrar en varias ocasiones, mientras que otras están pensando ahora en adoptar el modelo híbrido de clases para siempre. 

Es por esto que aprender cómo involucrar a los estudiantes en línea es todavía una iniciativa que merece la pena.


Más información: Cómo comenzar a impartir clases con un modelo híbrido


Consejos prácticos para mejorar los índices de participación en las clases en línea

Alentar a que más estudiantes participen en las clases en línea implica darle a cada uno numerosas oportunidades para hacerlo y crear el entorno adecuado. Si te sientes atorado en este momento o quieres que comiencen a abrirse más, estas son siete actividades que puedes probar:

1. Rompehielos rápidos

Comenzar con la mentalidad adecuada tiene un efecto de bola de nieve, dado que anima a los estudiantes a involucrarse más desde el principio. Es por esto que los rompehielos son divertidos, pero, para ser sinceros, pueden tomar más tiempo del que pensamos. Por otro lado, los rompehielos rápidos pueden incluirse en un lapso de entre tres y cinco minutos. 

Aquí están algunos de mis favoritos:

  • Cambio de forma: pide a los estudiantes que apaguen sus cámaras. Tienen dos minutos para buscar algo que vestir como disfraz y cambiar sus nombres para reflejar su nuevo personaje. 
  • Sondeos: esto es simple, dado que todo lo que debemos hacer es una pregunta, por ejemplo: “¿Cómo te sientes hoy?” y todos pueden participar en el sondeo. También te ayuda a comprender sus niveles de energía y cómo intercalar con las otras actividades. 
  • Dibujar el estado de ánimo: pídeles que usen la pizarra virtual para dibujar su estado de ánimo.
  • Chocar los cinco: pídeles que “choquen los cinco” con el compañero de clases a la derecha, a la izquierda, en posición diagonal, etc. 
  • Nunca en mi vida…: publica declaraciones en una pizarra o diapositiva y haz que los estudiantes levanten la mano para decir “Yo sí”. Por ejemplo, una buena declaración puede ser “Tomé una caminata larga esta semana” o “Tuve un perro como mascota”. 

El objetivo es que todos los estudiantes participen, sin importar lo breve que parezca ser esta interacción. 

2. Chats interactivos

Los estudiantes tienen más oportunidades de hablar durante clases más reducidas, sin importar el formato. En las sesiones en línea, los profesores pueden pedirles a los estudiantes que hablen si el tamaño de la clase es relativamente pequeño o que usen la función de chat si se trata de una clase más numerosa. 

El sistema es muy simple. Los estudiantes levantan una mano siempre que tengan una pregunta, de modo que será su turno para hablar. También pueden usar emoticones para expresar que comprendieron un concepto. Por ejemplo, un emoticón de cara sonriente significa que todo está claro, y una cara con el ceño fruncido significa que se necesita más explicación. También puedes buscar formas de expresar “Esta lección es difícil”. 

El chat interactivo es más fácil de usar cuando tienes un asistente de enseñanza o alguien que pueda ayudar a moderar el chat, pero puedes hacerlo por tu cuenta para actividades de preguntas y respuestas más breves. 

3. Mostrar y repetir en línea

Me he dado cuenta de que la actividad de mostrar y repetir siempre está vigente, dado que es una oportunidad para que los estudiantes hablen sobre sí mismos y se sientan identificados con diferentes temas a partir de sus experiencias. En esta instancia, los estudiantes pueden ser el instructor por un momento y hacer que esta actividad sea tan interesante como quieran (videos, presentaciones, collage, etc.). 

También puedes alentar a los estudiantes a participar mediante la ludificación del proceso. Por ejemplo, en una actividad, el profesor muestra un diagrama que representa una cadena alimenticia, pero sin las líneas que conectan los conceptos relevantes. En este caso, los estudiantes pueden trabajar de a dos para analizar la conexión entre los niveles tróficos y explicar su proceso de razonamiento. Completan el diagrama para que lo vean otros estudiantes. 

La idea detrás de esta actividad es alentar a los estudiantes a hacer presentaciones, esperar su turno, tomar el control, dibujar en la pantalla… cualquier acción que no sea observar pasivamente. 

4. Invertir el salón de clases

Si la enseñanza directa no funciona con la misma eficacia, podría ser momento de un cambio. 

El salón de clases invertido no es nada nuevo, pero ahora más que nunca, los educadores eligen este modelo de enseñanza para elevar los niveles de participación. Descubren que es más fácil para ellos enseñar el contenido a través de lecciones por video o escritas a las que los estudiantes pueden acceder en cualquier momento. Luego, todas las actividades y los debates sincrónicos dependerán de la participación de los estudiantes, lo que los hace dueños del proceso de aprendizaje. 

Si estás usando un LMS, también puedes “entregar contenido gradualmente” a los estudiantes programando lecciones para que estén disponibles semanalmente o cuando las necesites. De esta forma, los estudiantes no se saltarán partes y se centrarán en una sección por vez.

5. Retroalimentación de compañeros

En la mayoría de los casos, los estudiantes trabajan individualmente o en grupos reducidos, y reciben una calificación, que se considera suficiente. Sin embargo, ¿qué sucedería si las asignaciones fueran más interactivas? ¿Y si aprendieran a proporcionarse retroalimentación entre sí?

Un buen ejemplo es la redacción de ensayos, que requiere tiempo y práctica. Escribir un ensayo breve y hacer que otro estudiante proporcione retroalimentación también mejora sus habilidades de pensamiento crítico y les enseña cómo recibir retroalimentación sobre su trabajo. 

El ejemplo anterior es una actividad asincrónica excelente, pero esto también puede hacerse durante las clases sincrónicas. El profesor expresa una indicación, como “Escribir la introducción de un ensayo”. Luego, se organiza una ronda de retroalimentación rápida en la que los estudiantes expresan sus opiniones sobre la base de preguntas que aparecen en pantalla, por ejemplo: 

¿Qué es lo que me gusta sobre su trabajo?

¿Qué podría mejorarse?

¿Qué haría de manera diferente?

¿Qué aprendí de su trabajo?

Este tipo de ejercicio es de mutuo beneficio y puede estar acompañado de excelentes ideas para mejorar. Además, las posibilidades indican que la mayoría de los estudiantes recordarán las opiniones que tienen sus compañeros y las usarán como referencia futura.


Más información: Mentalidad asincrónica para un mejor aprendizaje en línea


6. Juego de etiquetado en línea

Juego “Tag, you’re it!

Este juego clásico funciona igual de bien en el salón de clases virtual, con algunas adaptaciones. Por ejemplo, un profesor expresa una indicación y, según ella, los estudiantes se turnan para responder preguntas o proporcionar la respuesta correcta. Al finalizar, pueden nominar a otro para que continúe. Para hacer que sea incluso más divertido, pueden etiquetar a la persona en los comentarios con la @, la función de mención o escribir su nombre/alias en la pizarra virtual.

La regla es etiquetar a diferentes personas todo el tiempo, de modo que todos tengan la oportunidad de participar. El mayor beneficio es que todos los estudiantes tienen que prestar atención en caso de ser etiquetados. Esto funciona para cualquier tipo de actividad, como resolver problemas matemáticos o responder preguntas sobre un tema en la clase de Historia. 

7. Lluvia de ideas en línea 

Los estudiantes necesitan las interacciones con sus compañeros de la misma forma que necesitan la interacción entre el profesor y el estudiante. Una actividad sencilla para contrarrestar esto es la lluvia de ideas en línea.

Los estudiantes pueden dividirse en salas de conferencias para grupos y usar una herramienta de colaboración, como Google Docs o SharePoint. Tendrán una cierta cantidad de tiempo para hacer la lluvia de ideas, investigar, resolver problemas, etc. Para garantizar que cada grupo esté dedicado a la tarea, puedes entrar en las diferentes salas.

Si necesitan algo más versátil para escribir ideas o dibujar, siempre está la opción de las pizarras de colaboración en línea.

Idea adicional: Reunir retroalimentación

Si bien definir las expectativas es algo que haces al comienzo de una clase, la retroalimentación puede ofrecerse siempre que necesites modificar algo. Un índice bajo de participación puede ser consecuencia de muchos factores. Necesitas separar lo que puedes hacer como educador de otros factores externos, como la necesidad de una mejor conexión a internet.

Las encuestas son el modo más rápido de reunir retroalimentación e identificar otras áreas problemáticas. Además, si piensas que los estudiantes se sentirán más cómodos expresando sus opiniones a través de encuestas anónimas, ¿por qué no probarlas? Una gran idea es usar más preguntas de opción múltiple en lugar de preguntas abiertas. Por ejemplo, pedirles que “Clasifiquen las actividades de la clase de la siguiente manera: a. Muy interactivas. b. Moderadamente interactivas. c. Para nada interactivas”. 

Por lo general, los estudiantes reciben retroalimentación sobre su trabajo. Poder participar y ofrecer retroalimentación al profesor es un cambio bien recibido.

Conclusión

Encontrar tu ritmo como profesor en línea es una experiencia de aprendizaje, no algo que sucede de la noche a la mañana. 

Manejar el salón de clases es complejo y todos los profesores encontrarán su propio estilo para involucrar a los estudiantes. Mientras tanto, lo mejor que puedes hacer es implementar nuevas actividades que darán a cada estudiante una posibilidad de participar.

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